
Reiki
El acto de imponer las manos sobre el cuerpo de una persona o animal para aliviar el dolor es algo ya instintivo. Al recibir los alienamientos Reiki la persona se convierte en canal de la energía curativa universal.
La energía no se extrae del terapeuta Reiki sino de la fuente vital. Y no se dirige sólo al dolor físico , sino que va a la causa del dolor sea emocional, mental o espiritual. La energía se dirige a la persona entera.

El Reiki alivia el dolor, acelera el proceso de curación, relaja a la persona, rejuvenece, equilibra los hemisferios cerebrales, aumenta el flujo de la energía vital en el organismo, y reequilibra sus chakras y su energía áurica.
Puede usarse como único tratamiento o en conjunción con el tratamiento médico puesto que no interfiere con la medicación, ni con otros procedimientos. Además colabora en los efectos positivos de la medicación y ayuda a paliar los negativos.
La sesión Reiki puede hacerse presencial o a distancia. En muchos hospitales se permite la entrada de voluntarios Reiki para facilitar el proceso de muerte en enfermos terminales, o en paliativos.